sábado, 30 de noviembre de 2013

El fútbol se nos va de las manos.

Yo, soy futbolista y como todo futbolista me encandila el fútbol. En cada inicio de semana, sólo pensamos en el, en una esfera que engloba a millones de personas en el mundo y que por insignificante que sea, para mi es el mejor invento del fútbol.

Como ya comenté en mi despedida del Celtic Castilla, ahora estoy en un club nuevo, con nuevas ilusiones, y con el triple de ganas de jugar al fútbol. Hoy, 30 de Noviembre de 2013, me ha ocurrido una cosa que difícilmente se haya producido en el fútbol, y a causa del árbitro.

Nos disponíamos a ir a San Agustín, un colegio que tiene un campo de tierra, en el que las condiciones no son favorables para nuestro equipo. Era un partido complicado para nosotros, ya que en este campo los equipos grandes habían sufrido mucho para incluso puntuar. Nosotros, con 18 puntos, a 6 del ascenso (Hoy se enfrentaban los dos líderes de la categoría) teníamos la obligación de ganar en un estadio muy adverso.

Nuestra primera parte no fue muy buena, ya que el San Agustín era el beneficiado de la tierra, al ser un campo en el que ellos llevan jugando toda la vida. A balón parado, consiguieron marcar el 1-0 y tuvieron el 2-0 de penalti, que por cierto, no lo fue por mano de uno de nuestros jugadores. La polémica comenzó a palparse en el partido.

En el minuto 30', el árbitro no señaló penalti a favor nuestro por un derribo a nuestro extremo que era muy claro. Más adelante, tampoco pitó unas faltas muy claras sobre nuestros jugadores, lo que desató el furor en la grada. Comenzaron las quejas por parte de nuestro público, que en parte no dan ejemplo, pero que son normales ya que ellos eran conscientes de que el árbitro nos estaba perjudicando. Los árbitros son humanos, pero deben aceptar las críticas, la igual que lo hacemos los jugadores.

Aquí es cuando comienza lo sorprendente. Cuando ya habíamos salido del vestuario de la charla previa del entrenador al segundo tiempo, nos comunican que el árbitro ha llamado a la policía para sentirse más seguro y que no, que no va a celebrarse la segunda parte porque ya lo ha suspendido. Ante el asombro de todos, el árbitro explicaba a nuestro entrenador que suspendía el partido por 'Insultos de la grada'. Pero yo me pregunto ¿Cuántas veces no se oyen insultos hacia los árbitros en un partido de fútbol? Y es que lo de hoy no es que digamos que fue atronador, fueron insultos normales, pero soslayables, lógicamente.

El fútbol cada día se nos está yendo de las manos, por cosas como esta. ¿Lo próximo que será? Nosotros sólo queríamos ir a jugar un partido de fútbol, disfrutar, y ganar, ganar, sin ayudas de nadie. El partido se suspende, y esperemos que se pueda disputar la segunda parte, que ha perjudicado a 22 chavales. El fútbol ya no es lo que era antes.