miércoles, 27 de marzo de 2013

Una guerra histórica en Ligue 2.


'Esto es la guerra, esto es la Ligue 2' Así motiva Ranieri a sus jugadores antes de comenzar cada encuentro con el Mónaco, club histórico que busca cuanto antes salir del infierno de Ligue 2, sin duda, el descenso de hace dos temporadas marcó considerablemente el devenir de la entidad.

En un equipo tan peculiar como el Mónaco, el único francés que juega fuera del país galo, por el que pasaron jugadores de la talla de Henry, Givet, Rothen, Claude Puel, Trezeguet, Thuram, Koller, Plasil, Klinsmann, Morientes, Saviola, Onis, Wénger, George Weah... encontrarse a estas alturas en una división tan desconocida para ellos, puede ser un infierno. En su primera temporada, el infierno se convirtió en una realidad para el club, tras descender en 2009 con Guy Lacombe al mando, el equipo perdió a sus jugadores más valiosos. N'Koulou se marchó al Marsella, Mollo viajó a la península para embarcarse en el Granada, Park fue fichado por Wénger para el Arsenal y Gakpe se marchó al Nantes. Un Nantes que ahora es el eterno rival del Mónaco en la segunda división francesa.

La situación cambió radicalmente, las deudas comenzaron a amenazar la existencia del club, llegó un mito del club como Giuly, el héroe de la Champions de 2004, tras marcar dos goles en la vuelta de la eliminatoria que enfrentaba a su equipo ante el Real Madrid. Aquella noche, sigue aún presente en la memoria viva del Mónaco, tras esa hazaña el equipo entrenado por aquel entonces por Didier Deschamps, llegó a la final de la Champions League, sólo superado por el Oporto de Mourinho. En aquella final, las lágrimas de Giuly tras lesionarse a los 3 minutos de comenzar el encuentro, fueron las que marcaron el encuentro.

Pero Giuly no cambió para nada el devenir del Mónaco, a mediados de la temporada pasada el Mónaco ocupaba la última plaza de la Ligue 2, evidenciando los problemas que atravesaba las escuadra desde hace varios meses. Para suerte del club monagense, un fuerte y reconocido grupo inversor de Rusia, se hizo con los derechos del club. Tal era la desesperación del Mónaco por recuperar su trono en Francia que decidió venderlo al primer postor atractivo que observó.

Todo cambió para el Mónaco, las deudas desaparecieron y el proyecto desesperante de principios de temporada se transformó en un proyecto ilusionante con fichajes de la talla de Nabil Dirar, Ibrahima Touré, o el ex del Racing, Tziollis. Se gastó un dineral en aquel mercado de invierno.

Tras estas incorporaciones, el Mónaco comenzó a ascender estrepitosamente en la clasificación, cada fin de semana goleaba a sus rivales con suma facilidad, un desconocido Ibrahima Touré se convirtió en el líder en ataque y Giuly recuperó su mejor versión. De ser colista a aspirante al ascenso en apenas dos meses. Perdió dos encuentros decisivos y toda la ilusión derrochada por los jeques se vio eclipsada en dos semanas. El Mónaco seguiría una temporada más en Ligue 2 como mínimo, el fracaso había sido rotundo.

Para satisfacer aún más a los aficionados, el grupo de inversores ruso decidió dar punto y final al periodo de Marco Simone en el club y decidió apostar por un técnico con una amplia experiencia en los banquillos y con una trayectoria holgada. Claudio Ranieri se convertía en el timón necesario para el retorno del Mónaco a la Ligue 2.

A su llegada al club, Ranieri decidió cambiar mucho la estructura del equipo, no se arrugó al decirle a Giuly en su primer entrenamiento que no entraba en sus planes para la presente temporada, como tampoco el de alinear a un joven Ferreira-Carrasco (19 años) en su debut en el banquillo. Aquel día, Ranieri le dio la batuta al argentino y el resultado no pudo ser mejor. Victoria por 4-0 al Tours con una exhibición de Ferreira-Carrasco, dándole la razón a Ranieri.

Entre los fichajes más destacados, Ranieri solicitó el fichaje de Lucas Ocampos, una promesa emergente del fútbol argentino. Ocampos se convirtió en el fichaje más caro de la historia de la Ligue 2 -12 Millones-. Pero ese dato le importaba poco a Ranieri, tuvimos que esperar 9 partidos para ver el primer encuentro de Ocampos como titular, algo que volvía a evidenciar la autoridad de Ranieri. A día de hoy Ocampos sigue sin ser indiscutible para Ranieri.

Bajrami, Simon Poulsen, la vuelta de Flavio Roma o la llegada de Sebas Ribas, clave en el último ascenso  del Dijon alimentaban aún más la esperanza de que esta iba a ser la temporada del Mónaco. Pero sorprendentemente, los cuatro citados en estas líneas, no juegan absolutamente nada a estas alturas de temporada. Bajrami y Simon Poulsen comenzaron como titulares la temporada, pero Ranieri decidió apostar por gente más física, como Dingome y Mendy en el doble pivote, y por Ferreira-Carrasco y Valere Germain en la línea de media puntas por detrás del delantero. Bajrami y Poulsen fueron relegados al Mónaco II, equipo que juega en CFA2, correspondiente a una categoría regional en el fútbol español. Por causas desconocidas, ni Flavio Roma ni Sebas Ribas han debutado con el Mónaco. Resulta curioso que Ranieri haya desembolsado y puesto tanto empeño en sus fichajes para después optar por jugadores de la casa.

En el mercado de invierno, Ranieri decidió fichar a Obbadi y a Riviére, el primero estaba siendo la revelación de Ligue 1 con el Troyes, del segundo, poco podemos añadir. Un jugador que prometía mucho en el Saint Étienne pero que en el Toulouse se había estancado notablemente. Su aguante y su pegada eran idóneas para el juego que practica Ranier. El aguante de Riviére y la llegada de Germain y Ferreira-Carrasco en 2ª línea facilitaba mucho el juego del equipo, eso añadido a las subidas en banda de Tzavellas hacían el ataque posicional  el fuerte del equipo. Obbadi cogió el timón del equipo en el medio campo, el rocoso y poco convincente juego del Mónaco se convirtió en un juego alegre y con tres marchas más, es lo que tiene jugar con Obbadi, él marca el ritmo del partido e imprime la velocidad necesaria para desarmar al rival.

Pase lo que pase el sábado ante el Nantes, el Mónaco seguirá líder de Ligue 2. Hay cuatro puntos de diferencia entre ambos equipos, pero lo que no quita la clasificación es que el partido sea un duelo histórico entre dos escuadras que en un pasado no muy lejano dominaron el fútbol francés con un fútbol alegre y esbelto.

Tres nombres propios

1. Mounir Obbadi
Obbadi es la pieza angular del Mónaco, todo el juego del equipo de Ranieri pasa por sus botas. El Mónaco le necesita a él. Mucha clase en sus botas.

2. Ibrahima Touré
El goleador del Mónaco. Siempre decisivo con sus goles, un físico imptente y una facilidad para anotar asombrosa. El más diferencial en ataque.

3. Ferreira-Carrasco
Ferreira-Carrasco es un diamante bruto. Es la mayor promesa de la Ligue 2 y del Mónaco. El jugador revelación de esta temporada. Su pierna izquierda es un guante.


FC Nantes.

La sexta ciudad más grande de Francia es Nantes, el tercer club con mayor masa social de Francia es el Nantes. Conjunto formado en la segunda guerra mundial y que un vasco llamado José Arribas le hizo grande en la década de los 60. Arribas consiguió darle al Nantes su primer ascenso a Ligue 1 y además, el primer título liguero de la historia. 19 Años estuvo ligado al club y su recuerdo sigue intacto.

El anhelo del Nantes sigue siendo el de recuperar su trono en Francia, el espíritu de 1995 es el que dicta la esperanza del club. En aquella época el Nantes tenía muy poca solidez económica y la desaparición amenazaba en los despachos. Aquella generación fue inolvidable, Makelele, Pigno, Loko, Karembeu, Ouédec... En 1996 contra todo pronóstico disputaron las semifinales de la Champions League, fueron eliminados por la Juventus del ex jugador del Nantes, Didier Deschamps. Pero lo que nadie olvida es la garra y entrega de aquel conjunto, algo que siempre ha caracterizado a 'Les Canaris' a lo largo de su longeva historia.

En la temporada 2001/2002 el Nantes vivió un espejismo. Consiguió el título de Ligue 1 con un rumano llamado Moldovan que batía todos los registros, él y Wiltord catapultaron al Nantes al título liguero, imponiéndose contra todo pronóstico por enésima vez. Fue la última alegría de Les Canaris.

En las posteriores temporadas, el equipo se mantuvo en vilo entre el descenso a Ligue 2 y la delicada situación administrativa. Llegó el grupo Dassaut para erradicar la situación, pero por momentos, el contexto empeoró. En 2006, el Nantes se aliviaba con las ventas de sus dos jugadores franquicia por aquel entonces, Toulalan se marchaba al Lyon y Landreau al PSG. Ante la necesidad de fichar, el Nantes pidió numerosos préstamos a bancos franceses, con las consecuencias latentes de que años después las deudas se acumulaban. En 2006 estuvo cerca de la desaparición, pero en otro acto de fe el Nantes volvía a la Ligue 1, el lugar que siempre había merecido.

Poco le duró la alegría al conjunto del noroeste de Francia, con Élie Baúp al frente, el Nantes descendía a Ligue 2, junto a dos históricos del calibre de Le Mans y el Mónaco.

Para volver a la Ligue 1, se decidió fichar a Wiltord, a sus 38 años aseguraba la experiencia que otros jugadores no gozaban en un club de tanta entidad, la apuesta por la cantera ante la insuficiencia de dinero y el fichaje de Pancrâte ilusionaron a la afición. 

La ilusión se convirtió en desesperación en su primera temporada en Ligue 2, Der Zakarian apostó por mucho jugadores de la casa. Raspentino, Veretöut y Trebel daban esperanza al club, los tres consiguieron un puesto en el once titular. Pero de poco sirvió su explosión, el Nantes acababa la temporada más cerca del descenso que del ascenso a Ligue 1 y la situación que se vivía desde fuera, fue dramática por momentos. Wiltord anunciaba su retirada, un momento que ayuda a la explosión de Djordevic.

Raspentino se marchó al OM y el equipo decidió seguir apostando por el mismo bloque de la temporada anterior. El grupo Dassault no pudo despedir a Der Zakarian ante la poca liquidez económica del club. Pero la decepción vivida una temporada anterior pasó a un efecto moral con el cambio de táctico del equipo.

Der Zakarian se reinventó, consiguió explotar definitivamente las características de Djordevic, tras la marcha de Wiltord, el esquema varió. Del 4-4-2 utilizado en la temporada anterior se pasó al 4-2-3-1, un esquema que se adaptaba perfectamente a las características de Michel Der Zakarian, un bloque muy sólido en repliegue pero que a la contra era mortífero. Djordevic se convirtió en pocos meses en el pichichi de el Nantes de Der Zakarian, y Veretöut recuperaba su mejor nivel, el gran nivel de sus estandartes colocó al Nantes en puestos de ascenso desde principios de temporada, nadie consiguió darles tregua ni moverlos de dicho puesto. 

En invierno, el club decidió fichar a Fernando Aristeguieta, un venezolano que llegaba tras hacer un espléndido sudamericano sub20, Aristeguieta se convirtió en un jugador clave en los esquemas de Der Zakarian y más con la lesión de Djordevic en el tobillo que le mantuvo alejado de los terrenos de juego en los dos últimos meses. Aristeguieta anotó 5 goles en sus primeros 8 encuentros, una media goleadora muy alta que hacía aún más feroz el ataque del equipo amarillo.

Tres nombres propios

1.Filip Đorđević

El jugador que más goles ha anotado en la presente Ligue 2. Físico, fuerza y remate definen al serbio a la perfección. Ya ha sido internacional.

2. Adrien Trebel

El pelirrojo con pecas es el jugador con más calidad del Nantes. Parece tímido pero su desparpajo es atronador. El pero es su irregularidad.

3.Olivier Veigneau

El mariscal defensivo. El 'capo' del equipo. Su jerarquía y sus galones son necesarios para que el Nantes consiga la victoria. Un baluarte.

El Nantes llega lleno de moral al clásico del sábado ante su eterno rival, el Mónaco, dos conjuntos similares, con una historia por detrás en el fútbol francés pero siguen sumergidos en el infierno de Ligue 2. El encuentro no tiene cobertura televisiva en España, pero en internet seguro que habrá enlaces para verlo. Toda Francia fijará su televisor en el Stade de la Beaujoire. El estadio que vio nacer al Nantes, el estadio que hizo imparable a Les Canarís en el siglo pasado.


martes, 26 de marzo de 2013

Valbuena, 'Le Petit' de Bruges.


Llega a la cita en el mejor momento de su carrera, nunca tuvo suerte en el fútbol por su escasa altura pero sus botas tienen un velcro para adaptarlo al cuero de la pelota. Mathieu Valbuena está acaparando todos los elogios en la previa del decisivo España-Francia.

Expulsado de la cantera del Girondins por su escasa altura, llegando desde un modesto equipo de 5ª división al Marsella, teniendo siempre problemas con sus entrenadores. El carácter incisivo y controvertido de Valbuena le convierten en un jugador peculiar.

La cita de Saint Denis ante España puede ser el lugar definitivo para coronar a Valbuena, un jugador que nunca tuvo el reconocimiento que él hubiese querido. Siempre tuvo la presión de ser el sucesor de Samir Nasri en el Marsella, el buque insignia del OM que dejó un vacío importante tras poner rumbo al Emirates para ser una estrella mundial. Desde que llegase en 2006, la mayor parte de los años iniciales de Valbuena en el Velódrome transcurrieron en el banco. Nunca gustó a sus entrenadores y su escaso rendimiento en los entrenamientos ayudaba muy poco. Entonces, apareció Deschamps.

Deschamps llegó al OM en 2009, a una escuadra que estaba en crisis y en reforma económica e institucional. Cuando llegó Didier a Marsella, Valbuena era un jugador de banda, con un físico muy vulgar para jugar en una liga tan exigente como la francesa. Deschamps se fijó en él tras su primer entrenamiento con el OM, el club con el que había conseguido la Champions League 16 años atrás. Comentaba Deschamps hace poco sobre Valbuena que cuando llegó a Marsella 'Era como si de una mujer que se mira al espejo cada día y piensa que es fea' y añadió que si misión era devolver el hambre a esa mujer para comerse en mundo. El matiz invitaba al optimismo, sin duda.

Las discusiones entre Deschamps y Valbuena cada temporada eran un no parar, el jugador francés criticaba el estilo de juego del entrenador y el entrenador, el rendimiento y las pocas ganas de jugar al fútbol de Valbuena. En 2010, Deschamps encontró la tecla definitiva para hacer de Valbuena un jugador reconocido en Europa.

Con la lesión de Brandao en 2010, Deschamps decidió colocar a Niang -Habitualmente segundo punta- de delantero centro, Valbuena, que estaba actuando habitualmente de suplente de Zenden en banda derecha, comenzó a jugar por detrás del punta, y rindiendo a las mil maravillas. A medida que transcurría la temporada, el rol de Valbuena en el OM comenzó a cobrar fuerza a tal punto de ser el líder del equipo a final de temporada, consiguiendo la Ligue 1 y la Coupe de la Ligue, un doblete histórico con la figura de Valbuena como estrella del equipo.

A pesar de su gran temporada, Valbuena vivió una de las mayores desgracias de su vida, todas las papeletas indicaban a que el jugador del OM entraría en la lista definitiva de Raymond Doménech para disputar el mundial de Sudáfrica, así fue, Doménech se lo llevó consigo para el Mundial. Pero de la alegría de viajar a Sudáfrica pasamos a la decepción, Valbuena no disputó ´ni un sólo minuto en aquella Euro y las consecuencias finales fueron mayores. Valbuena se definió como el 'inocente' de aquella cita.

Olvidando sus últimas decepciones, Valbuena continuó luchando para intentar ser algún día un líder en la selección. Las dos temporadas siguientes fueron las que consagraron definitivamente al pequeñito jugador nacido en la perspicaz ciudad de Bruges. Físicamente se convirtió en un toro, eso y que su liderazgo y su carácter aumentó a raudales terminaron de sostener la carga de Valbuena en el fútbol. Aquel jugador pequeñito y con ganas de comerse el mundo que no disputaba ni los minutos de la basura en el OM cambiaron por un líder con una calidad suprema y una clase al alcance de pocos jugadores en el fútbol francés. Deschamps había logrado su objetivo de innovar radicalmente a Valbuena.

En 2012, Laurent Blanc decidió convocarle para disputar la Euro de Polonia y Ucrania, como reconocimiento a la mejor temporada de su carrera deportiva. En 2012, Valbuena consiguió unas cifras demoledoras, anotando 5 goles y consiguiendo 16 asistencias entre todas las competiciones. Deschamps volvía a consagrarle en la posición de media punta, pero esta vez con excesiva libertad, la libertad que le dio Deschamps a Valbuena fue clave para el rendimiento posterior del jugador del OM. Además de su gran temporada personal, el nivel de Valbuena ayudó a conseguir la tercera Coupe de la Ligue consecutiva para el OM y otro logro aún mayor, devolver al OM a los cuartos de la Champions League tras 16 años sin estar en dicha ronda. Sin duda, la influencia de Valbuena en el OM era bestial.

Sin duda, Valbuena se dio a conocer en España en el encuentro de ida disputado en el Vicente Calderón, al descanso España derrotaba por 1-0 a una Francia sin ideas en 3/4 y con muchas complicaciones en el centro del campo. Deschamps decidió darle la batuta a Valbuena, para intentar romper a la contra y buscar lo que mejor sabe hacer Valbuena y que tanto le ha caracterizado en el fútbol, hacer el 2x1 en banda para encontrar superioridad. En cualquiera de las dos bandas, claro, eso influido por la libertad que siempre le otorga Deschamps. Su entrada revolucionó el partido y acabó dando resultado, Francia tuvo contra las cuerdas a España y acabó consiguiendo el empate a 1 por medio de Giroud.

Sus brillantes actuaciones con la selección francesa no cesaron, en un amistoso disputado en Bari entre Italia y Francia, Valbuena se sacó de la chistera una obra de arte para empatar a uno un partido que acabó llevándose Francia por 1-2 con un Valbuena inverosímil. En aquel encuentro volvió a jugar liberado, y anotando un gol con la superioridad en banda que antes comentábamos.
 

Capacidad de romper a la contra.

El 2x1 de Valbuena desde el anonimato, es uno de los factores que más definen al francés en el fútbol. El día del Calderón o el día del amistoso ante Italia son varios de los ejemplos que más evidencian el estilo de juego del francés.

A sus 28 años, Valbuena vive en el mejor momento de su delicada carrera deportiva. No sabemos si Deschamps jugará con él para buscar hacer daño a España. Pero su calidad sigue intacta y sus ganas de liderar a Francia cobran cada vez más fuerza.

viernes, 22 de marzo de 2013

Kondogbia, el 'Yaya Touré' francés.


Pocas cosas me dejaron tan asombradas la temporada pasada como la del medio centro, Geoffrey Kondogbia. Un jugador de metro 88, con una superioridad física abismal y con una técnica superlativa. Estaba claro que en Ligue 2 iba a durar dos telediarios y que, algún equipo importante de Europa, se lo iba a llevar a sus entrañas.

Fue el Sevilla quien decidió apostar por el canterano del Lens, una inversión valiente por un jugador de su edad. Poco a poco, Kondogbia cambió radicalmente su rol en el club hispalense, pasó de jugar como pivote defensivo en Francia a jugar en una posición más libre en España que beneficiaba al jugador. La potencia tan característica de Kondogbia y su planta le hacían ser un animal en 3/4 de campo, algo que habían descubierto mucho antes en la selección sub 20 de Francia. De la que hablaremos un poco hoy sobre el rol adelantado de Kondogbia.


Francia U20.

La selección francesa sub 20 es un equipo demoledor línea por línea. Muchos de sus jugadores son indiscutibles en sus respectivas ligas y, el potencial está por las nubes. Este año se celebra el XIX mundial en Turquía, Francia se marcó como objetivo ser campeona en aquella cita. Para ello, los Umtiti, Varane, Pogba, Kondogbia, Veretöut, Plea, Thauvin... deberán dar lo mejor de sí, para no fracasar como en las últimas temporadas.

Rol de Kondogbia

Francia U20 disputaba un amistoso ante Dinamarca, una selección muy potente en cuanto a conjunto y una potencia emergente por la gran generación que viene de los U17. Francia tenía las bajas importantes de Pogba y Varane -Con 'Les Bleus'-, entonces, Manrowski decidió jugar con un trivote formado por Ba-Dokouré-Kondogbia. Le salió a las mil maravillas, liberando mucho al jugador del Sevilla con Dokouré de guarda espaldas y Ba escorado un poco en la derecha buscando el 2 contra 1 en banda.

1) Kondogbia de 'falso 9'.


Lo que más me sorprendió ayer de Francia fue la posición de Kondogbia en la salida de balón francesa, prácticamente de delantero y con una libertad absoluta. Manrowski se lo lleva dando desde que en el Sevilla comenzase a jugar más adelantado en el Sevilla y le está saliendo a las mil maravillas. Kondogbia atrae mucho a las defensas rivales y habilitad mucho las entradas por fuera de los laterales -Como se ve en la imagen, Digne está sólo en la izquierda y Kondogbia fija al lateral derecho rival-. Lo hizo constantemente Kondogbia ante Dinamarca dando una exhibición de potencia y clase a su vez. Es un rol que te permite atacar con uno más y constantemente en superioridad en campo contrario. Manrowski supo donde colocar a Kondogbia en su sistema y de momento el resultado no ha podido ser más fructífero

2) Primera línea de presión.

Además de ser el jugador más adelantado de Francia en ataque, Kondogbia siempre es la primera línea de presión francesa. Dejando libertad a los centrales como observamos en la imagen, Kondogbia siempre cierra las entradas por dentro y, sobretodo, que su medio centro no reciba para evitar la llegada cómoda del rival con balón a campo propio. Con una presión tan abrumadora llegó el 2-1 de Francia ante Dinamarca, recuperación de Kondogbia en ¡Área rival! y posterior asistencia para el gol de Florian Thauvin. La velocidad y la potencia de Kondogbia hacen que las defensas rivales o los propios medio centros se sientan incómodos ante la amenaza constante del francés en línea de presión. Lo vimos alguna vez en el Sevilla y en Francia se repite la misma historia. Es quizás, lo más llamativo de Kondogbia. Su garra y su esfuerzo es incomparable a cualquier otro jugador francés. Es un pulmón que puede aguantar los 90 minutos galopando de lado a lado.


3) Cae a banda a descongestionar.

Otra de las cosas que caracterizan a Kondogbia es su poder en 2ª línea, el lugar donde Francia se traba constantemente ante el repliegue rival. Ante Dinamarca pasó esto, Francia encontraba pocas ayudas en 3/4 y ningún conector aparecía en banda para descongestionar en ataque. Fue el turno de Kondogbia. Cuando el jugado se paraba en banda, Kondogbia ayudaba a aguantar la pelota y descongestionar a Francia en ataque, el resultado no pudo ser mejor, el aguante de Kondogbia habilitaba las llegadas por dentro, eso y que como podemos observar en la imagen, hasta tres jugadores rivales intentaban cerrar a Kondogbia, lo que hacía más ameno y posible las llegadas de los medios o de los extremos por dentro. Kondogbia es un multiusos, capaz de romper por dentro como de romper por fuera. Su hábitat es la portería rival, cuando hace poco más de 6 meses era defender su portería en el Lens en la función de medio centro defensivo. Su progresión ha sido descomunal.


La progresión de Kondogbia es uno de los temas prioritarios franceses, quien ven en él 'El nuevo Vieira'. Es pronto para dictar cuál será el futuro destino de Kondogbia, pero todo indica a que dará el salto a un grande en breve y posiblemente sea un pilar destacado en la selección francesa de 2016, el año de la Eurocopa en Francia.



jueves, 7 de marzo de 2013

La revolución 'Vert'


El legendario Saint Étienne de 1976.

Corría el año 1976, eran tiempos gloriosos para el fútbol francés. Había un club situado en el departamento de Loira que estaba maravillando al mundo con un fútbol alegre y logrando un prestigio demoledor en Europa. En aquella temporada, el mítico y poliédrico Robert Herbin instauraba en su currículum una hazaña que sólo unos cuantos privilegiados podían saborear a lo largo de la historia: Guiar al Saint Étienne a su primera final europea de su historia, lo hizo con un estilo de juego que siempre caracterizó a los 'Sthepanoises'.

Herbin siempre defendió la ideología de jugar con el esférico de la pelota por encima de todo, su obsesión  fue dotar a sus jugadores de cualidades técnicas, olvidando y desestimando la faceta física, algo que para él era secundario. Fue de los primeros entrenadores en redactar la famosa frase 'Si atacas y defiendes con la pelota, es imposible que el contrario te marque un gol'. Además de ello, la facilidad de Herbin para sacar los partidos adelante era extrema, con tan sólo 33 años llegó al club Sthepanois, con el que estuvo once años y logró la brutal cifra de once títulos, saliendo a un título por cada temporada en la que estuvo sentado en el banquillo del Geoffroy Guichard.

Además de dotar al Saint Étienne con un estilo de juego reconocido y poco alcanzable para el resto de escuadras francesas, Herbin siempre fue un fiel apostante de la cantera, para él el dinero era sólo un factor secundario que no te aseguraba la felicidad en el fútbol, prueba de su afecto a la cantera están los descubrimientos de Gérard Janvion, Bartheany Dominique, Jacques Santini o Dominique  Rrocheteau, este último siendo una de las mayores leyendas de la historia del fútbol francés.

La final de 1976 supuso un antes y un después en el futuro del Saint Étienne, un rival que invitaba muy poco al optimismo, un Bayern de Münich pletórico con una de las mayores escuadras de su historia y, liderado por Gerd Müller, quien antes de la final alabó al Saint Étienne indicando que no había visto a ningún equipo francés realizar un fútbol tan preciso. La final no fue un campo de flores para el Bayern, un valiente y estirado Saint Étienne tuvo contra las cuerdas al equipo de Dettman Cramer. Con un gol de Fran Roth el Bayern puso fin al sueño verde, una derrota que en el seno del club sentó como un jarro de agua fría, quizás, nunca más en la historia podrían tener una oportunidad tan clara de conseguir ser el mejor equipo de Europa. El destino quiso que así fuese.



A partir de esa final, el devenir del Saint Étienne enderezó su rumbo por completo, Herbin se volvió un entrenador más vulgar, y el equipo decayó a raudales. El mérito de Herbin fue el fichaje de Michel Platini, viajando al propio domicilio de la leyenda francesa y convenciendo a Platini de que su destino debería ser el Saint Étienne.

La Ligue 1 de 1981 con Platini como jugador franquicia del equipo de Herbin iba a suponer el último título 'grande' del Saint Étienne, en aquella temporada muchos jugadores comenzaron a quejarse de Herbin tras éste insultarles en una rueda de prensa posterior a un Saint Étienne-PSG de Ligue 1. Platini decidió marcharse a la Juventus y Herbin decidió poner punto y final a su gloriosa etapa en Loira, fue la gota que colmó el vaso para el club que le dio la oportunidad a sus 33 años de triunfar en el club de sus amores. A partir de ahí, todo cambió para el club.


En 1982 Roger Rocher -Presidente del club por aquel entonces- anuncia deudas que acechan al club desde hace varias temporadas, dos meses después de anunciar dichas deudas, Rocher dimite dejando al club tirado con múltiples deudas.  El dinero era un factor secundario en el fútbol, dijo Herbin años atrás. Las deudas guiaron y descendieron al Saint Étienne a la Ligue 2 por primera vez en la longeva historia del club en 1984, algo inimaginable 8 años atrás cuando el club reinaba sin oponente en el fútbol galo. Así de traicionero fue el fútbol con el Saint Étienne.

Un año después de su descenso el equipo volvía a la Ligue 1, la familia Guichard, descendente del creador del club en 1901 decidió ponerse a los mandos de la situación administrativa del club, intentando devolverle a la gloria, para ello, reestructuró el Geoofroy Guichard, aumentando el aforo y mejorando las instalaciones.

Tras varios años en los que el Saint Étienne no se inmutaba como un equipo potente que tanto le caracterizó en la década de los 70, el club decidió apostar por el entrenador que le había guiado hacia la gloria años atrás. Robert Herbin se convertía en director deportivo del club y volvía a hacer hincapié en la cantera, consiguiendo la Gambardella en 1997.

Un año después del retorno de Herbin, Saint Étienne volvía a la Ligue 1, tras varios años de transición el equipo logró instaurarse en la zona noble del fútbol francés, poco a poco fue recuperando dinero y olvidando las deudas que estuvieron a punto de provocar su desaparición a finales de siglo.

Llegada de Galtier.


Galtier ha devuelto la ilusión al Saint Étienne.

Defensa rápido, corpulento y veloz al corte, así era Galtier de jugador. No tuvo una trayectoria holgada como jugador, a tal punto de únicamente conseguir un título como profesional. Galtier decidió colgar las botas en 1999 tras una última aventura exótica en China donde transcurrió con más pena que gloria.

El francés decidió probar como entrenador, arrimándose como asistente del primer entrenador, así fue su primera etapa en Marsella, cuatro temporadas que le ayudaron a ganar experiencia. Posteriormente, Galtier estuvo de ayudante en el  Aris -Grecia-; Bastia; Al Ain -Catar-; Portsmouth -Inglaterra-; Sochaux; Lyon y Saint Étienne.

Fue asistente de Alan Perrin hasta que en 2010 el francés dejase el club tras dejar al conjunto en posiciones de descenso y con pocas oportunidades de recuperarse en tal delicada situación;  Galtier, un entrenador que llegó al Saint Étienne alabado curiosamente por Robert Herbin -Quien hace dos años dijo que sería su sucesor- asumía el cargo de primer entrenador por primera vez en su carrera deportiva. La salida de Payet -Lille-, de Gomis -Lyon- y de Matuidi -PSG- a final de temporada dejó en horas bajas al club, ya que no tenía dinero para poder fichar a sustitutos de garantías para ambos jugadores.

Su primer logro, por muy descabellado que suene, fue el de sostener al Saint Étienne en la Ligue 1 en su primera temporada en el club verde, Perrin lo dejó en descenso y Galtier lo expulsó con una segunda vuelta para enmarcar.  Gracias a este espectacular y glorioso final, Galtier renovó por cinco temporadas .

En su segunda temporada, Galtier ficha a un gabonés llamado Aubameyang por un millón de euros procedente del Milán, el joven delantero de 19 años poco a poco se convierte en el estandarte del equipo, anotando 9 goles en su primera temporada. Galtier gastó el poco dinero que tenía del club en una decisión de extremado peligro, y le salió con éxito. Al igual que su apuesta por la cantera, reluciendo jugadores titulares a día de hoy como el joven Kurt Zouma, el prometedor medio centro Joshua Guilavogui o Löic Perrin, jugador que con Perrin -Entrenador- no tenía apenas minutos y que con Galtier se convirtió en el pilar defensivo del equipo. Perrin es actualmente el capitán y el eje defensivo del club.

Tras finalizar una segunda temporada en la que por un único punto no consiguió el ansiado retorno europeo, Galtier decidió instaurar unas bases. Decidió reformar la dieta del equipo, y bajar los sueldos a determinados jugadores para recuperar las deudas que aún continuaban persiguiendo al club. Su segunda temporada no fue coser y cantar, pero se quedó a un único punto de lograr los puestos europeos, regenerando considerablemente su primera temporada en el club 'Sthepanois'.

Galtier perdió a numerosos jugadores. Sako, Kitambala, Sinama Pongolle o Lotties abandonaban el club. Para contrarrestar sus bajas, Galtier decidió fichar a Gradel, Cohade, al brasileño Brandao y a Clerc.  Cuatro jugadores veteranos, con mucho oficio y que cambiaron radicalmente la política del club, siempre defendiendo a los jugadores de la casa y optando por dejar la veteranía en otros lares. Galtier no gastó ningún dinero en sus fichajes y su resultado no pudo ser más fructífero.

Un inicio de temporada un tanto irregular puso contra las cuerdas a Galtier. Las críticas se volcaron contra el entrenador francés, pero su cambio de sistema hizo que las palabras que tanto ruido provocaban se las llevase el viento como si de una mosca se tratase. Galtier decidió juntar a Brandao y a Aubameyang juntos en ataque, cambiando un 4-3-3 más conservador en medio campo por un estético y más ofensivo 4-2-3-1 en el que Brandao aguantaba y Aubameyang corría como una gacela en ataque. Las bandas y la solidez defensiva hicieron que este esquema fuese idóneo para las pretensiones del Saint Étienne.

El gran juego realizado por su conjunto le llevaron a su primera final de Coupe de la Ligue tras 33 años de sufrimiento y de desesperación en los que el club no consiguió ningún título. Tras derrotar en una tanda histórica de penaltis al Lille en semifinales, el Saint Étienne logró volver a colarse entre los mejores equipos del fútbol francés 32 años después. Galtier se convertía en un ídolo entre masas y el club decidió brindarle una renovación hasta 2017 como premio a sus resultados obtenidos. El 20 de Abril y ante el Stade Rennais, sabremos si el Saint Étienne volverá a ser grande en el fútbol francés. Para el recuerdo queda la invasión de campo en el Geoffroy Guichard tras el pase a la final.






Las dos variantes de Galtier.

1) 4-2-3-1

La primera variante -Y más utilizada esta temporada- de Galtier es el estilo que más ha utilizado en sus tres temporadas y media en las que ha estado en el Saint Étienne. 4-2-3-1 haciendo hincapié en la profundidad en las bandas y sostenido por dos medios centros de corte táctico como son Clément y Guilavogui. Con este esquema, los balones aéreos son aguantados a la perfección por Brandao, lo que posibilita la llegada en 2ª línea, una de las claves de este Saint Étienne. Cohade pone la pausa en 3/4 de campo y Zouma imprime la jerarquía defensiva necesaria para cualquier bloque.


2) 4-3-3

En las citas más importantes de la temporada, sobretodo en los encuentros fuera de casa, Galtier suele decantarse y utilizar un 4-3-3 más conservador en medio campo pero más ofensivo si cabe. El intenso repliegue con este esquema se combina con una contra atronadora en la que los interiores -Guilavogui y Lemoine- llegan constantemente en 2ª línea. Con este esquema, el hincapié en las bandas es mayúsculo. Arriba, Brandao busca como siempre el aguante y la pausa necesaria para que el equipo descanse y repose. Además, el intenso repliegue hace que el Saint Étienne permita pocos espacios, sea muy sólido, y apenas reciba goles en contra. Es un esquema bastante estimulante.


Los comandantes de la 'revolución Vert'

1) Aubameyang


El 'Neymar francés' es la estrella y el jugador más diferencial del Saint Étienne. Desde Michel Platini ningún jugador había tenido tanta importancia y tanta incidencia en el juego de 'Les Verts'. Aubameyang llegó al Saint Étienne cedido por el Milán, al igual que lo había hecho en el Dijon y en el Lille temporadas atrás. Vino como un jugador muy delgado y con escasa masa muscular. Galtier lo recomendó y así llegó a su club. Poco a poco, Aubameyang fue cogiendo peso y fuerza y a base de goles puso el campeonato francés y a media Europa patas arriba. Con una velocidad endiablada y un remate inverosimil, Aubameyang es uno de los jugadores más diferenciales de la Ligue 1. El Milán cayó en un error que muchos dirigentes aún siguen lamentando, la cláusula de Aubameyang era de un millón de euros, justo lo que pagó el Saint Étienne por sus servicios tras una espectacular Copa de África en 2012, donde guió a Gabón a semifinales y se quedó lamiendo las puertas de la final. El próximo verano saldrá con destino Premier. Y lo que le queda...

2) Löic Perrin

Lleva siendo capitán del Saint Étienne desde 2005 y a sus 27 años nadie le mueve del once titular. Difícil encontrar a día de hoy en Francia a un jugador de su categoría y de sus galones en el club. Antes de la llegada de Galtier, Perrin tuvo dos temporadas controvertidas con Perrin -Entrenador-, hasta llegó a declararse en rebeldía. Galtier lo 'repescó' e hizo de él uno de los mejores defensas del fútbol francés. El premio de ir con la absoluta de Francia está cerca. Fuerte y rápido, puede actuar de central y de lateral, su posición de partida.


Kurt Zouma


Llegó en 2009 recomendado por Galtier cuando era el asistente de Perrin en el club. Zouma llegó como el central más prometedor de Europa al Guichard. Con tan sólo 17 años se convirtió en el 3ª jugador más joven de la historia en debutar en la Ligue 1, el más joven de la historia en debutar con el Saint Étienne. Su capacidad de liderazgo sorprendió a más de un dirigente del club, y poco a poco fue asentándose en el once del Saint Étienne.

Su liderazgo y su gran nivel le llevaron a ser capitán en dos ocasiones de la pasada temporada con tan sólo 19 años, una cifra que exhibe lo que puede llegar a ser Zouma en un futuro no muy lejano. Su agente declaró hace poco que saldrá en verano por 15 millones a un club puntero de Europa. La jerarquía de Zouma se ve reflejada en las inferiores de Francia, donde ha sido capitán en todos los equipos en los que ha estado presente.


Evaeverson Brandao


Resulta un poco paradójico colocar a Brandao como pilar clave en un equipo de fútbol tras las controvertidas campañas que ha tenido el brasileño en los últimos años. Tras ser acusado de violaciones, decidió marcharse del OM  a Brasil para después cumplir sus 6 últimos meses de contrato en el OM. El OM no lo expulsó por su escasez de delanteros y por su limitada situación económica.
Brandao recuperó su nivel de Ucrania en el OM y firmó un final de temporada que pocos esperaban tras su paupérrimo nivel en las últimas temporadas.

Finalizó contrato en el OM y el equipo de Baúp no quiso saber nada más de él, el Ajaccio estuvo a punto de conseguir su fichaje hasta que Galtier decidió llamarlo. El entrenador francés quería un complemento para Aubameyang en ataque que diese oxígeno al ataque de 'Les Verts', sobretodo posicionalmente. Brandao era idóneo para las pretensiones del ASSE.

Con su fichaje, todas las expectativas que Galtier depositó en Brandao se cumplieron a las mil maravillas, él y Aubameyang forman una pareja demoledora. Llegó gratis y con el tiempo le ha dado la razón a su mayor valedor. A sus 33 años, Brandao vive una segunda juventud en el Saint Étienne.