jueves, 2 de mayo de 2013

El mundo es original.

El mundo destaca por muchas cosas. Vivimos en una época en la que las innovaciones mantienen a nuestro planeta y en la que los objetos o las modas viven un momento de gloria para dar paso a nuevas generaciones en un futuro. Sin duda, la originalidad premia por encima de todo.

Algo similar a nuestro mundo le puede haber pasado al Barcelona, mi padre me decía hace varios meses una frase que nunca olvidaré. 'Los equipos tienen que reinventarse'. Sin duda, mi padre tenía razón. Un equipo tan trabajado técnicamente con tan pocos defectos como el Barcelona tenía que sufrir en algún momento determinado, una recaída.


Ha tenido que ocurrir en 2013, donde tras un inicio aplastante en Liga y en Champions, su juego comenzó a caer en picado. Nadie sabe el porque, si el problema es mental, si es físico, si son las lesiones...

Yo personalmente no he visto en mi vida a un equipo tan trabajado como este Barça. Es una utopía pensar en fin de ciclo. Muchos le han dado por terminado pero como todo equipo en el mundo las rachas tienen un fin.

Guardiola abandonó el club y muchos aventajaron a dictar el fin de ciclo antes de verlo con sus propios ojos. Se decidió mantener la base de Pep colocando a su segundo desde su llegada al Barcelona en el banquillo culé. Tito Villanova continuó el estilo impuesto por Pep allá por 2008 y que había traído únicamente alegrías.

Pero claro, el efecto de Guardiola en el Barcelona fue descomunal, nunca un entrenador logró tantos títulos con el club en tan poco tiempo, y lógicamente, Tito no empeoró al equipo, lo que pasa es que la motivación de Tito era distinta a la de Pep. Mientras uno hacía que sus jugadores estuviesen activos los 90 minutos, Tito optó por minimizar esfuerzos en cada faceta del juego. Además, su tratamiento con el cáncer cuando mejor estaba el equipo pudo ser decisivo a la hora de afrontar el resto de la temporada.

El punto de inflexión de la temporada para el Barcelona es el cáncer de  Tito, llegó en el peor momento, justo antes de los partidos más decisivos del año. Cuando éste se lesionó, Roura cogió los mandos. Era una persona que también conocía el club y que con Guardiola era la persona que realizaba los informes de los rivales.

El problema de Roura era su inexperiencia, ponía ganas y empeño pero le falta el carisma y la lectura que un entrenador siempre tiene a la hora de afrontar los partidos. Nadie le reprocha nada, pero quizás él no era la persona idónea para estar en el banquillo del Barcelona. Él intentó calcar a Tito, pero los resultados fueron completamente distintos.

El Barça cambió por completo. Si lo comparas con el de 2008, cuando hasta Samuel Eto'o era el primer defensor del equipo ves que hay una diferencia abismal. Pocos pueden explicar qué le pasa el equipo, si han sido las continuas lesiones de alguno de sus mejores jugadores, si ha sido el factor mental, si ha sido la motivación...

Tito volvió, pero volvió tarde. Cuando quiso cambiar las piezas ya era demasiado tarde. La frustración es máxima, es complicado recordar una temporada 'tan vacía' del Barcelona en cuanto a juego y resultados -Exceptuando el primer tercio de la temporada-. Ganará la liga pero el sentimiento será distinto, se percibirá una euforía menos alentadora.

Lo bonito de este deporte es que las temporadas duran 9 meses y en ese tiempo tienes tiempo para hacer los cambios oportunos para la siguiente campaña. El Barcelona se ha visto superado en las citas más exigentes y únicamente su verdadero nivel se ha visto en el campeonato de liga, donde firmó la mejor primera vuelta de la historia del fútbol y aventajó a sus rivales en una distancia insalvable. Eso fue con Tito y gracias a ello le ha permitido no sufrir a final de temporada, ya que en 2013 ha perdido la mayoría de sus encuentros.

Una de las cosas que más llama la atención es que cuando Puyol no está en el campo, el equipo sufre un bajón considerable. Quizás le haga falta un líder espiritual como lo es y lo ha sido siempre Puyol en Barcelona.  Cuando Puyi se marche alguien deberá coger su relevo. Es complicado pensar un futuro ahora mismo del Barcelona sin Puyol y sin Xavi. El nivel de ambos ha coincidido con el bajón del equipo en 2013 y ha tenido consecuencias muy negativas para la entidad.

Quizás y seguramente el mayor problema del Barcelona en la presente temporada ha sido la falta de un plan 'B'. Ya ocurría en la era Guardiola, con la diferencia de que Pep siempre sacaba un AS de la manga para erradicar las situaciones. Esta temporada, partidos como los de Milán en Champions, la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey ante el Real Madrid o la ida de las semifinales de la Champions League ante el Bayern ejemplifican los problemas catalanes. No había revulsivos en el banquillo como si pasase en temporadas anteriores. Los efectivos son mínimos y así es complicado querer aspirar a la máxima competición continental. La cantera te da éxitos pero en determinados momentos, hay que saber reinventarse y el Barcelona no lo ha hecho. Ha querido seguir un patrón durante varios años que ha agotado la cuerda que parecía inagotable allá por 2008. Deberá fichar si no quiere volver a pasar por esta situación en los próximos años.

El mejor Barcelona volverá, la cuestión es saber cuando. Deberá mejorar una maquinaria difícil de engrasar en los últimos meses, pero que nos ha demostrado la perfección del fútbol con un estilo inalcanzable en la élite mundial.



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