El fútbol es un
deporte que quizás, es de los pocos en los que la paciencia se convierte en un
problema para muchos jugadores. Si a eso le añadimos que delante tienes a un
público tan exigente como el del Bernabéu, el problema puede ser mayor. Karim
Benzema es uno de esos jugadores tocados por una varita, llenos de una calidad
al alcance de pocos pero vacío de un carácter feroz, que te facilita a la hora
de marcar gol, la única faceta que más marca a un delantero en su carrera
deportiva. Benzema tiene ese problema desde hace tiempo, no consigue alcanzar
una regularidad en forma de gol y el público del Bernabéu exige siempre a su
delantero una cifra superior a los 20 goles por temporada. Habrá días en los
que Cristiano Ronaldo no salve al Real Madrid, y ahí es donde Benzema deberá
explotar para ganarse a la afición del Real Madrid. Lo que no entiende la
afición merengue, es que Benzema nunca ha sido delantero ni lo será, porque no
tiene cualidades para rendir como ‘9.
Definamos la figura del ‘9’ puro. El delantero centro suele
ser un jugador extremadamente físico, con una envergadura muy amplia y
generalmente, con una altura en torno al 1’80-1’90. Suelen poseer un juego de
cara fructífero y viven del área; el área es su hábitat y fuera de él los ‘9’
se hacen vulnerables, ya que la mayoría de los jugadores que actúan en esta
demarcación son jugadores con una técnica limitada en transiciones ofensivas de
larga duración. ¿Tiene Benzema estas características? Es evidente que no, que
Karim necesita iniciar una transición desde más allá de ¾ para sentirse cómodo,
y por esto principalmente es por lo que se hizo grande en Francia.
En el Olympique de Lyon, Karim Benzema jugó como segunda
punta el 80% de las veces. En sus dos
últimas temporadas, actuó por detrás de una referencia (En este caso Fred) que
le permitía jugar con total libertad en ataque. Esto es lo que más beneficia a
Karim, ya que no tiene tanta responsabilidad para pisar área. Sus clásicas
diagonales en el Lyon que finalizaban con siempre un peligroso disparo se han
convertido en balones perdidos muy cerca del área, condicionado por la floja
influencia que tiene Benzema en transiciones ofensivas en los últimos años.
Al ser un jugador tan técnico, el hecho de tener tan poca
influencia en transiciones perjudica tremendamente al francés. Es complicado
encontrar su lugar idóneo en ataque; Isco y Modric son dos jugadores
insustituibles en la media punta, mientras que Xabi Alonso está obligado a
iniciar una jugada desde la primera línea, para intentar filtrar un pase entre
líneas que rompa la línea defensiva de presión del equipo contrario. Benzema,
además de ser un jugador muy técnico, es un jugador que ataca a la perfección
el espacio, y por eso necesita jugar más atrasado en ataque. Al estar como
referencia, Benzema intenta con sus desmarques ayudar en 3/4, pero se hace muy
previsible y no tiene dominada la posición de no tener un jugador por delante
que le facilite la libertad a la hora de crear juego. ¿Cuál es el problema de
esto? Que el público del Real Madrid
siempre ha pensado que Karim es un jugador que te asegura 25 goles por
temporada, y es demoledor en el área, cuando es todo lo contrario a eso.
Obviamente, a un delantero se le debe exigir goles, pero lo que ocurre es que
el fútbol es así de complicado. No marcas goles, eres el que más corre del
equipo, tienes una calidad brutal, creas muchas situaciones de peligro con tus
desmarques pero te falta lo más importante para un jugador ofensivo con Karim.
En mi opinión, no creo que Ancelotti busque un cambio de
posición con Benzema, porque no tiene a una referencia capaz de jugar como ‘9’
puro en su plantilla. Lo más beneficioso para Benzema será espabilar, comenzar
a marcar goles, convertirse en el tigre del segundo año de Mourinho en el
Madrid, e intentar ganarse a una de las aficiones más exigentes de la historia
como es la del Real Madrid.
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